martes, 20 de noviembre de 2012

Manual del perfecto perdedor

Un mal perdedor que ganó
 
Es un día memorable para mí. Después de cinco años, me dispongo a terminar de escribir lo que comencé hace mucho. Mi vida ha dado un giro increíble. Concluí mis estudios hace un año en la carrera de mi preferencia. Después de tantas discusiones con mi padre sobre lo que quería, él cedió a dejarme estudiar lo que yo decidiera.
En mi familia también han cambiado muchas cosas. La relación que tengo con mis padres ha mejorado. Ellos están muy orgullosos de mí. Tienen la ilusión de que pueda empezar una familia y, en un futuro no muy lejano, presentarles a sus nietos. Lo que ellos no saben es que pienso casarme el próximo año. Mi vida tomó sentido gracias a una mujer que ha estado conmigo desde que la conocí. Su nombre es Laura. Es increíble que nuestra amistad haya perdurado por tanto tiempo. Después de dos años de conocernos, me atreví a comenzar un noviazgo con ella. Al principio pensé que no funcionaría, ya que siempre la vi como una amiga. Sin embargo, después de dos años y medio, estamos a punto de casarnos.  
La mayoría de mis objetivos se han cumplido. Mi hermana se casó hace dos años. Su esposo y su hijo se mudaron a Guadalajara por cuestiones de trabajo. A ella la extraño mucho, pero me consuela que la veré la próxima Navidad. Entre ella y yo decidimos pagarles un viaje en un crucero a mis padres. Ellos se lo merecen. A pesar de su forma de educarnos, con orgullo digo que ellos son los mejores padres que pude haber tenido. Agradezco que me hayan tratado con mano dura, ya que de no haberlo hecho, creo que me hubiera rendido desde hace mucho.
Creo que el ser un perfecto perdedor es imposible. Uno no puede llegar a perder en todo. El destino de repente está de tu lado. Jamás creas que todo termina con el simple hecho de que las cosas no te salgan como lo planeas. La vida continúa. Lo único que puede detenerte es la muerte. Parece ilógico que te esfuerces tantos años por llegar a ser alguien en la vida, si al final todo concluye al morir. Pero llegue a la conclusión que el principal objetivo es dejar trascendencia. Solo somos un eslabón más. Lo importante de todo es marcar la diferencia. Debemos romper con la monotonía que nos presenta la sociedad. Si logras hacerlo, no morirás nunca. Dejarás tu rastro en la vida de los demás.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 5

Sentimientos Encontrados

Después de tanto tiempo de estar meditando mi situación,  por fin me atrevo a escribir. Mi abuelo materno falleció hace poco. Él era una persona muy especial para mí. Mi madre se encuentra en una situación de depresión. Me resulta difícil irme a la escuela dejando a mi mamá acostada y sola. Únicamente se levanta para hacer de comer, y de vez en cuando, para escuchar el radio o ver la televisión. He pensado en buscar un buen psicólogo, para que ella pueda desahogar todos esos sentimientos encontrados. Mi abuelo era una gran persona. Lo recuerdo como un hombre trabajador, muy humilde, y sobre todo, responsable con su familia. A pesar de que conviví pocas veces con él, sentí mucho su pérdida. Me hubiera gustado tanto escuchar más historias sobre su juventud, o cualquier vivencia que haya tenido durante sus 98 años.

Por si fuera poco, por parte de mi padre también ha habido pérdidas. Mi primo hace poco sufrió un accidente automovilístico, motivo por el cual perdió la vida, al quedar su carro destrozado a un costado de la carretera. Las investigaciones indican que el chofer de un tráiler venía en estado de ebriedad, y por ésta razón, dio una vuelta volcando la caja del tráiler, por lo cual ésta cayó sobre el auto donde mi primo venía. Su esposa y su hija venían también en al automóvil. La niña no sufrió grandes heridas. Solo se encuentra en estado de observación en el hospital. Su esposa por el contrario, recibió mas daño por el impacto del choque.

Este no ha sido un buen año para mi familia. Es increíble como una persona puede perder la vida en un segundo. Vivimos en un estado de monotonía donde a pocos les preocupa el mañana. Es por eso que me he dedicado a apreciar a mi familia, los pocos amigos que tengo, y cada buen momento que tengo estos días. Nunca se sabe cuál será el último día de tu vida.

Acabo de conocer a una chava en mi trabajo. Ella tiene una situación muy difícil. Sus padres se separaron, y por si fuera poco, tiene 7 meses de embarazo. Ella es muy simpática, y pese a lo que está viviendo, tiene una personalidad muy alegre. No sé lo que me está sucediendo. No quiero volver a involucrarme en una relación. Creo que seguiré con la amistad. Mis prioridades son la escuela, mi trabajo, y sobre todo, mi familia.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 4.

Sueños de un perdedor
 
Después de tantos días de tristeza me siento feliz. Veo las cosas de una manera distinta, creo que con optimismo. Me agrada poder pasar tiempo con mis amigos, tanto del trabajo como en la escuela. Creo que es momento de recuperar mi orgullo y dignidad.
Se acerca una época que me encanta, la navidad. Los únicos días de todo el año que disfruto son el de mi cumpleaños y navidad. Se crea un ambiente de paz y tranquilidad, donde es momento para reflexionar sobre lo ocurrido durante todo el año. Son días de perdonar, ser perdonados y agradecer lo que tenemos. He ahorrado mucho dinero para poder comprar regalos para mis seres queridos, a pesar de que sé que ellos tal vez no se molesten en darme uno. Siempre he pensado que cuando se regala algo, es de corazón, y no esperando algo a cambio.
Últimamente he pensado sobre mi futuro. Quiero seguir y terminar con éxito mis estudios en la universidad, conseguir un buen empleo, cumplir algunos sueños un poco alocados que he tenido desde pequeño y por supuesto, iniciar una familia. En fin, una numerosa cantidad de sueños que espero algún día se vuelvan realidad.
Esta vez no tengo mucha inspiración para poder escribir algo que sirva de ayuda en lograr el objetivo de ser un buen perdedor. Creo que es porque esta vez no me siento un fracasado. Mi ánimo esta de vuelta, veo las cosas de una manera distinta. Por esta ocasión seré un triunfador hablando de cosas vanas. Por lo mismo no vale la pena leer estas líneas que se pueden ver en cualquier lectura de una novela.
Siento en mí tantas ansias por compartir con alguien todos mis sueños y anhelos que solo pude hacerlo plasmándolo en papel. Me gustaría tener alguien a quien contárselo. Bien dicen que esa persona especial algún día llegará sola. Así que solo me queda esperar y, por el momento, guardarme todo esto que siento.

martes, 30 de octubre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 3.

Decepción, tristeza, angustia. Perfecta combinación.
Mi vida ha agarrado un curso muy confuso. Todo parece estar en mi contra. No encuentro la razón por la cual mi vida deba ser infeliz. Mi razón para continuar es perfeccionar en lo único  que soy bueno, en ser un perdedor.
Mis calificaciones en Ingeniería Civil no van del todo bien, por lo que mi padre me ha dado un gran regaño. Tiene una manera muy peculiar de decir las cosas, tratando de hacer énfasis en que soy una decepción para él. Afortunadamente en la carrera de mi preferencia  los resultados son diferentes. Es la única alegría que he tenido durante estos días. Lo malo es que debo ocultar este logro para evitar que también lleve a un fracaso contundente.
 Nada resulta salir como yo desearía. Me he distanciado mucho de mi hermana, ahora es cuando más la necesito. Ya no cuento con el apoyo de esa mujer que en su momento llamé novia. Terminé con ella porque descubrí que me engañaba. Jamás lo espere de ella. Confié plenamente en ella y me traicionó. No volveré a ser el mismo de antes. No me explico el  por qué buscó en alguien más lo que tenía conmigo, o al menos eso creía. Ahora me ruega que regrese con ella, pero el daño ya esta hecho, me vio la cara de tonto por última vez. Es momento de que me preocupe por mi felicidad.
A pesar de que cuento con muchas amistades, me resulta difícil quitarme de encima todas las preocupaciones que tengo. Por un lado, obtener las calificaciones que mi padre desea, y por el otro, recuperar esa confianza en mí. Tendré que poner empeño en fortalecer cada una de las cualidades que me caracterizan. Volveré a ser esa persona que sonreía ante cualquier situación.
He sido un tonto por descuidar mis amistades. Por ahí dicen que los verdaderos amigos perduran, y con orgullo digo que cuento con algunos de ellos. En la universidad conocí a una chica muy simpática. Su nombre es Laura. Ella me ha demostrado que su amistad es sincera, y que puedo contar con ella ante cualquier situación.
Algo importante para considerarse un perdedor es evitar ver las cosas con optimismo. Las cosas pasaran por sí solas. Si uno está destinado para fracasar, haga lo que haga nunca tendrá éxito en lo que se proponga.
He pasado muchas cosas a mi corta edad que me han hecho ver la vida de otra manera. Decepciones, angustias, fracasos, son solo algunos eventos que formaron mi carácter. Fue así como yo, siendo una persona noble, deje de confiar en  las personas más cercanas a mí.

domingo, 21 de octubre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 2


El comienzo del fin de mi dignidad


Me encuentro en una situación muy incómoda. Me resulta difícil socializar en la escuela, haciendo de ésta, un lugar muy aburrido. Actualmente estoy estudiando la universidad, y a pesar de que mis padres dicen que me sienta orgulloso por estar en una escuela privada, yo siento que da lo mismo dónde estudie.  Después de 15 años de estar conviviendo con personas de la “clase alta”, me acostumbre a la actitud que normalmente este tipo de personas poseen.

  Algo que mi padre siempre me dejaba en claro, era que jamás me dejara de los demás; sin embargo, no era de aquellas personas que se les diera discutir o incluso reclamar algo. Siempre que alguien me decía de cosas o me trataba mal, únicamente me quedaba callado.

  A pesar de que jamás platicaba con alguien, durante el bachillerato conocí a una chava, que a mi parecer, fue la única persona con la que me identifiqué mucho. Tenía la misma personalidad que yo y, en algunos aspectos, su vida era igual a la mía. Ella,sin duda alguna, era mi alma gemela.

 Después de un año de una grandiosa relación, comenzaron los problemas entre los dos. Nos empezamos a distanciar. Nacieron los celos en ella y en mí, por lo cual terminamos un par de meses. Sin embargo, el destino nos volvió a unir. Desde entonces, aprendimos a ver los problemas de una forma madura, ya que una relación sin confianza ni comunicación, no lleva a ningún lado más que al fracaso. Ahora, después de 3 años de un buen noviazgo, me alegra pensar que a ella no solo la veo como una novia. La veo como mi mejor amiga y como a  esa persona en la que puedo confiar.

  A pesar de todos los problemas que he tenido en mi corta vida, mi dignidad sigue en pie. Mis padres jamás apoyaron mis ideas. Mi papá me obligó a estudiar la misma ingeniería que él. De mala gana acepte, y es por eso que mi él esta pagando mis estudios. Lo que mi viejo no sabe, es que desde hace un año me encuentro estudiando en dos universidades: Ing. Civil en donde el decidió, y Licenciatura en Gastronomía en otra.

 Por esta razón fue que comencé a trabajar en un restaurante, cerca de mi casa, para así poder pagar mis estudios y sin llegar a necesitar decirle a mi padre. Aquí es el comienzo del fin de mi dignidad; donde experimente problemas tanto en la escuela, mi noviazgo y en mi vida personal.

domingo, 14 de octubre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 1


Biografía de un Perdedor

Nací en el centro de la ciudad, en una colonia olvidada por la sociedad civilizada. Aun no comprendo cómo fue que llegue a esta edad viviendo en tan deplorables condiciones y, sin embargo, me encuentro ahora escribiendo una pequeña historia sobre mi vida.

 Desde pequeño fui educado (si a eso se le puede llamar educar), de una forma muy severa. Mis padres tenían la idea que todo se solucionaba a golpes. Si no entendía algo me golpeaban, si no estaba de acuerdo con lo que decían me golpeaban, si salía mal en mis calificaciones me golpeaban.

 Me parecía increíble que a mi hermana la hayan educado de una forma completamente diferente, ya que a ella la complacían en todo. Si se equivocaba en algo, a mis padres no les importaba solamente la corregían y todo seguía normal.  Todas esas diferencias entre el trato hacia mi hermana y hacia mí, era lo que creaba en mi un gran rencor y odio que, lamentablemente, solo podía guardarme, ya que si opinaba algo ya sabía lo que me tocaría; una buena golpiza.

 Los malos tratos no solo los sufría en casa. En el colegio era la burla de mis compañeros. A diario encontraban la forma de hacerme sentir menos, ya sea con sus comentarios o sus juegos en los que siempre yo era la víctima.

 Siento que todos estos aspectos fueron los que definieron mi carácter, y me hicieron una persona solitaria, antisocial e incluso muy distraído en mis actividades escolares. Mi rendimiento escolar fue malo durante toda la primaria. A cada rato me metía en problemas por conducta, por no trabajar en clase, por decir malas palabras. Por estos motivos fue que mis padres me cambiaron a diversas escuelas, por ejemplo, el quinto grado de primaria lo curse en 3 diferentes colegios.

  Este es solo el comienzo de un listado de pasos, consejos, instrucciones, o reglas; para formarse desde el nacimiento hasta la muerte, de un sinfín de fracasos irremediables en la vida. Sin embargo, para poder llegar a ser un perfecto perdedor, debemos mostrar una buena dedicación en el objetivo. Por supuesto influye de igual manera algunos agentes externos tales como la familia, ambiente escolar, ambiente laboral y todos aquellos círculos en que uno socializa cotidianamente.

Todos los días me cuestiono si llegara algún momento en que tenga la mala suerte de obtener algún logro o éxito en lo que me propongo. Siempre recuerdo saliendo de casa que debo fallar en todo, debo equivocarme en todo, todo lo que salga de mi boca está mal. Solo así es como logro ser un perfecto perdedor.