domingo, 4 de noviembre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 4.

Sueños de un perdedor
 
Después de tantos días de tristeza me siento feliz. Veo las cosas de una manera distinta, creo que con optimismo. Me agrada poder pasar tiempo con mis amigos, tanto del trabajo como en la escuela. Creo que es momento de recuperar mi orgullo y dignidad.
Se acerca una época que me encanta, la navidad. Los únicos días de todo el año que disfruto son el de mi cumpleaños y navidad. Se crea un ambiente de paz y tranquilidad, donde es momento para reflexionar sobre lo ocurrido durante todo el año. Son días de perdonar, ser perdonados y agradecer lo que tenemos. He ahorrado mucho dinero para poder comprar regalos para mis seres queridos, a pesar de que sé que ellos tal vez no se molesten en darme uno. Siempre he pensado que cuando se regala algo, es de corazón, y no esperando algo a cambio.
Últimamente he pensado sobre mi futuro. Quiero seguir y terminar con éxito mis estudios en la universidad, conseguir un buen empleo, cumplir algunos sueños un poco alocados que he tenido desde pequeño y por supuesto, iniciar una familia. En fin, una numerosa cantidad de sueños que espero algún día se vuelvan realidad.
Esta vez no tengo mucha inspiración para poder escribir algo que sirva de ayuda en lograr el objetivo de ser un buen perdedor. Creo que es porque esta vez no me siento un fracasado. Mi ánimo esta de vuelta, veo las cosas de una manera distinta. Por esta ocasión seré un triunfador hablando de cosas vanas. Por lo mismo no vale la pena leer estas líneas que se pueden ver en cualquier lectura de una novela.
Siento en mí tantas ansias por compartir con alguien todos mis sueños y anhelos que solo pude hacerlo plasmándolo en papel. Me gustaría tener alguien a quien contárselo. Bien dicen que esa persona especial algún día llegará sola. Así que solo me queda esperar y, por el momento, guardarme todo esto que siento.

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