Decepción, tristeza, angustia. Perfecta combinación.
Mi vida ha agarrado un curso muy confuso. Todo parece estar
en mi contra. No encuentro la razón por la cual mi vida deba ser infeliz. Mi
razón para continuar es perfeccionar en lo único que soy bueno, en ser un perdedor.
Mis calificaciones en Ingeniería Civil no van del todo bien,
por lo que mi padre me ha dado un gran regaño. Tiene una manera muy peculiar de
decir las cosas, tratando de hacer énfasis en que soy una decepción para él.
Afortunadamente en la carrera de mi preferencia
los resultados son diferentes. Es la única alegría que he tenido durante
estos días. Lo malo es que debo ocultar este logro para evitar que también
lleve a un fracaso contundente.
Nada resulta salir
como yo desearía. Me he distanciado mucho de mi hermana, ahora es cuando más la
necesito. Ya no cuento con el apoyo de esa mujer que en su momento llamé novia. Terminé con ella porque descubrí
que me engañaba. Jamás lo espere de ella. Confié plenamente en ella y me
traicionó. No volveré a ser el mismo de antes. No me explico el por qué buscó en alguien más lo que tenía
conmigo, o al menos eso creía. Ahora me ruega que regrese con ella, pero el
daño ya esta hecho, me vio la cara de tonto por última vez. Es momento de que
me preocupe por mi felicidad.
A pesar de que cuento con muchas amistades, me resulta
difícil quitarme de encima todas las preocupaciones que tengo. Por un lado,
obtener las calificaciones que mi padre desea, y por el otro, recuperar esa
confianza en mí. Tendré que poner empeño en fortalecer
cada una de las cualidades que me caracterizan. Volveré a ser esa persona que sonreía
ante cualquier situación.
He sido un tonto por descuidar mis amistades. Por ahí dicen
que los verdaderos amigos perduran, y con orgullo digo que cuento con algunos
de ellos. En la universidad conocí a una chica muy simpática. Su nombre es
Laura. Ella me ha demostrado que su amistad es sincera, y que puedo contar con
ella ante cualquier situación.
Algo importante para considerarse un perdedor es evitar ver
las cosas con optimismo. Las cosas pasaran por sí solas. Si uno está destinado
para fracasar, haga lo que haga nunca tendrá éxito en lo que se proponga.
He pasado muchas cosas a mi corta edad que me han hecho ver
la vida de otra manera. Decepciones, angustias, fracasos, son solo algunos
eventos que formaron mi carácter. Fue así como yo, siendo una persona noble, deje
de confiar en las personas más cercanas
a mí.
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