martes, 30 de octubre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 3.

Decepción, tristeza, angustia. Perfecta combinación.
Mi vida ha agarrado un curso muy confuso. Todo parece estar en mi contra. No encuentro la razón por la cual mi vida deba ser infeliz. Mi razón para continuar es perfeccionar en lo único  que soy bueno, en ser un perdedor.
Mis calificaciones en Ingeniería Civil no van del todo bien, por lo que mi padre me ha dado un gran regaño. Tiene una manera muy peculiar de decir las cosas, tratando de hacer énfasis en que soy una decepción para él. Afortunadamente en la carrera de mi preferencia  los resultados son diferentes. Es la única alegría que he tenido durante estos días. Lo malo es que debo ocultar este logro para evitar que también lleve a un fracaso contundente.
 Nada resulta salir como yo desearía. Me he distanciado mucho de mi hermana, ahora es cuando más la necesito. Ya no cuento con el apoyo de esa mujer que en su momento llamé novia. Terminé con ella porque descubrí que me engañaba. Jamás lo espere de ella. Confié plenamente en ella y me traicionó. No volveré a ser el mismo de antes. No me explico el  por qué buscó en alguien más lo que tenía conmigo, o al menos eso creía. Ahora me ruega que regrese con ella, pero el daño ya esta hecho, me vio la cara de tonto por última vez. Es momento de que me preocupe por mi felicidad.
A pesar de que cuento con muchas amistades, me resulta difícil quitarme de encima todas las preocupaciones que tengo. Por un lado, obtener las calificaciones que mi padre desea, y por el otro, recuperar esa confianza en mí. Tendré que poner empeño en fortalecer cada una de las cualidades que me caracterizan. Volveré a ser esa persona que sonreía ante cualquier situación.
He sido un tonto por descuidar mis amistades. Por ahí dicen que los verdaderos amigos perduran, y con orgullo digo que cuento con algunos de ellos. En la universidad conocí a una chica muy simpática. Su nombre es Laura. Ella me ha demostrado que su amistad es sincera, y que puedo contar con ella ante cualquier situación.
Algo importante para considerarse un perdedor es evitar ver las cosas con optimismo. Las cosas pasaran por sí solas. Si uno está destinado para fracasar, haga lo que haga nunca tendrá éxito en lo que se proponga.
He pasado muchas cosas a mi corta edad que me han hecho ver la vida de otra manera. Decepciones, angustias, fracasos, son solo algunos eventos que formaron mi carácter. Fue así como yo, siendo una persona noble, deje de confiar en  las personas más cercanas a mí.

domingo, 21 de octubre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 2


El comienzo del fin de mi dignidad


Me encuentro en una situación muy incómoda. Me resulta difícil socializar en la escuela, haciendo de ésta, un lugar muy aburrido. Actualmente estoy estudiando la universidad, y a pesar de que mis padres dicen que me sienta orgulloso por estar en una escuela privada, yo siento que da lo mismo dónde estudie.  Después de 15 años de estar conviviendo con personas de la “clase alta”, me acostumbre a la actitud que normalmente este tipo de personas poseen.

  Algo que mi padre siempre me dejaba en claro, era que jamás me dejara de los demás; sin embargo, no era de aquellas personas que se les diera discutir o incluso reclamar algo. Siempre que alguien me decía de cosas o me trataba mal, únicamente me quedaba callado.

  A pesar de que jamás platicaba con alguien, durante el bachillerato conocí a una chava, que a mi parecer, fue la única persona con la que me identifiqué mucho. Tenía la misma personalidad que yo y, en algunos aspectos, su vida era igual a la mía. Ella,sin duda alguna, era mi alma gemela.

 Después de un año de una grandiosa relación, comenzaron los problemas entre los dos. Nos empezamos a distanciar. Nacieron los celos en ella y en mí, por lo cual terminamos un par de meses. Sin embargo, el destino nos volvió a unir. Desde entonces, aprendimos a ver los problemas de una forma madura, ya que una relación sin confianza ni comunicación, no lleva a ningún lado más que al fracaso. Ahora, después de 3 años de un buen noviazgo, me alegra pensar que a ella no solo la veo como una novia. La veo como mi mejor amiga y como a  esa persona en la que puedo confiar.

  A pesar de todos los problemas que he tenido en mi corta vida, mi dignidad sigue en pie. Mis padres jamás apoyaron mis ideas. Mi papá me obligó a estudiar la misma ingeniería que él. De mala gana acepte, y es por eso que mi él esta pagando mis estudios. Lo que mi viejo no sabe, es que desde hace un año me encuentro estudiando en dos universidades: Ing. Civil en donde el decidió, y Licenciatura en Gastronomía en otra.

 Por esta razón fue que comencé a trabajar en un restaurante, cerca de mi casa, para así poder pagar mis estudios y sin llegar a necesitar decirle a mi padre. Aquí es el comienzo del fin de mi dignidad; donde experimente problemas tanto en la escuela, mi noviazgo y en mi vida personal.

domingo, 14 de octubre de 2012

Manual del perfecto perdedor. Día 1


Biografía de un Perdedor

Nací en el centro de la ciudad, en una colonia olvidada por la sociedad civilizada. Aun no comprendo cómo fue que llegue a esta edad viviendo en tan deplorables condiciones y, sin embargo, me encuentro ahora escribiendo una pequeña historia sobre mi vida.

 Desde pequeño fui educado (si a eso se le puede llamar educar), de una forma muy severa. Mis padres tenían la idea que todo se solucionaba a golpes. Si no entendía algo me golpeaban, si no estaba de acuerdo con lo que decían me golpeaban, si salía mal en mis calificaciones me golpeaban.

 Me parecía increíble que a mi hermana la hayan educado de una forma completamente diferente, ya que a ella la complacían en todo. Si se equivocaba en algo, a mis padres no les importaba solamente la corregían y todo seguía normal.  Todas esas diferencias entre el trato hacia mi hermana y hacia mí, era lo que creaba en mi un gran rencor y odio que, lamentablemente, solo podía guardarme, ya que si opinaba algo ya sabía lo que me tocaría; una buena golpiza.

 Los malos tratos no solo los sufría en casa. En el colegio era la burla de mis compañeros. A diario encontraban la forma de hacerme sentir menos, ya sea con sus comentarios o sus juegos en los que siempre yo era la víctima.

 Siento que todos estos aspectos fueron los que definieron mi carácter, y me hicieron una persona solitaria, antisocial e incluso muy distraído en mis actividades escolares. Mi rendimiento escolar fue malo durante toda la primaria. A cada rato me metía en problemas por conducta, por no trabajar en clase, por decir malas palabras. Por estos motivos fue que mis padres me cambiaron a diversas escuelas, por ejemplo, el quinto grado de primaria lo curse en 3 diferentes colegios.

  Este es solo el comienzo de un listado de pasos, consejos, instrucciones, o reglas; para formarse desde el nacimiento hasta la muerte, de un sinfín de fracasos irremediables en la vida. Sin embargo, para poder llegar a ser un perfecto perdedor, debemos mostrar una buena dedicación en el objetivo. Por supuesto influye de igual manera algunos agentes externos tales como la familia, ambiente escolar, ambiente laboral y todos aquellos círculos en que uno socializa cotidianamente.

Todos los días me cuestiono si llegara algún momento en que tenga la mala suerte de obtener algún logro o éxito en lo que me propongo. Siempre recuerdo saliendo de casa que debo fallar en todo, debo equivocarme en todo, todo lo que salga de mi boca está mal. Solo así es como logro ser un perfecto perdedor.